Sequía tienen mis labios y es que ya ni recuerdo la última vez que llovieron los besos.
Al límite está la represa de mi deseo, amenazando con desbordarse por la falta de mantenimiento.
Y es que tú eres mi fenómeno personal, ése que me descontrola, cambiado el clima de mi cuerpo de frío a caliente cuando apareces y de caliente a frío cuando te vas.
Aquel que hace que mientras se precipitan mis ganas se huracane mi corazón y se desertice mi razón.
En plan de emergencia están mis noches y en razonamiento tus recuerdos.
Todo por la ineptitud de mi gobierno que no puede imponer la razón.
Y ya a estas alturas no me queda más que esperar a que te termines de decidir: si te me vas o si te precipitas sobre mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario