Aráñame la espalda y
escarba en mi desconfianza.
Muérdeme del cuello
hasta la base de la espalda.
Jálame el cabello y
arráncame los malos recuerdos.
Tócame la piel pero
nunca el alma.
Olvidémonos, encontrémonos,
recordémonos de nuevo.
Que el somier delimite
el amor.
La pasión es el
idioma de la carne,
así que desviste al
cuerpo y cubre al corazón.
Me senti identificado con este...
ResponderEliminarEse siempre es el problema
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