Y ÉL soltó su mano, dedo a dedo, d e s p a s i t o, como si la lentitud atenuara el gesto.
Secó el sudor de su mano frotándola en contra de su pantalón, rapidito y con fricción (como quería tocarla a ELLA)
Y no pudo evitar que su corazón le eclipsara los otros sonidos (como el de la otra, su novia, hablando)
Mientras…
ELLA pasó, con cuidadito de no mirarlo.
Fue sólo un segundo, ya se había ido.
Sus ojos casi se ahogan, pero logró salvarlos antes de derramar evidencias de lo que había pasado.
Y ÉL tomó su mano, raudamente, como si el contacto con su mentira pudiera confortarlo ante la realidad...
...esa que acababa de pasarle por el lado.
...esa que acababa de pasarle por el lado.
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